A poco más de treinta días para que inicie la primavera, las restricciones por la pandemia van cediendo hacia una nueva normalidad al ritmo de un nuevo proceso electoral. Si bien son elecciones de medio término, el bombardeo mediático nos hace percibir que está mucho en juego en lo que refiere al destino político-económico del país. No es para menos que ante la coyuntura sobrevenga una nueva incertidumbre a la hora de evaluar hacer una operación inmobiliaria o de tomar decisiones sobre nuestro patrimonio. Muchos son los clientes que me preguntan qué está pasando ahora en el mercado inmobiliario con las elecciones, más allá del parate por todos conocidos y de amplia difusión en los medios. Cierto es que en la práctica, muchas veces con las elecciones se suceden períodos de parálisis en el sector, pero vale distinguir que la elección en sí misma no es razón suficiente para “planchar el mercado”. Hay elecciones que conviven con épocas de boom inmobiliario, otras que lo hacen con crisis históricas (como la presente) y no se repiten las expectativas como si hubiera un patrón. Hay años de elecciones que si bien se experimentó un “parate” luego le sucedió un verano excepcional. En fin, son muchas y muy distintas las historias.
¿Qué le respondo a mis clientes en la previa de estas elecciones? que si bien el mercado está herido gravemente hoy hay alguna oportunidad de operar. Si bien las ventas no crecen aún respecto de niveles anteriores a la pandemia, sí estamos registrando más consultas. También es cierto que como son más los propietarios que están poniendo a tono sus inmuebles, necesariamente esta acción surte algún efecto. Quizá no sea suficiente el mayor nivel de consultas para elevar el volumen de las ventas, pero sí puede abrir una ventana de oportunidad para aquellos que tienen la decisión de hacer un cambio de vivienda. Si más personas consultan y tenés tu propiedad en un precio adecuado, más chances tenés de generar atracción de compradores hacia tu casa.
Es importante no perder el foco que las elecciones de Octubre son legislativas, y que la mayoría de las veces unos meses más tarde de finalizadas no termina ocurriendo mucho.
En lo que respecta al segmento residencial, es interesante poder explotar las oportunidades que aparecen ante el movimiento incipiente del mercado, sobre todo porque es una época ideal para realizar el cambio, coincidiendo con la previa de fin de año, cambios oportunos de colegios de nuestros chicos y demás.
También puede ser un muy buen momento para acceder a una unidad que se comercialice desde el pozo, y para inversión de largo plazo adquirir locales y oficinas que asumieron el nuevo valor acorde a estos tiempos pero sin exceso de exposición (esto es: solo invertir una parte del capital disponible para inversión).